No me preocupo por el dinero, no creas, pero bien tengo que pensar en lo que pueda venir detrás de mí. Cada año hay nuevas ordenaciones, y dentro de poco puede haber tres curas en Goumori. He de pensar en construir un despacho y habitación para un tercer sacerdote, y unas habitaciones de paso porque no hay ninguna. Gasté bastante dinero cerrando con un muro todo el recinto de la parroquia, y haciendo divisiones intermedias para detener los aluviones de agua que llegan después de las fuertes lluvias.

Los pozos tienen agua suficiente para regar el huerto. Quiero instalar un sistema de riego porque los hortelanos que trabajan allí pasan la mayor parte del tiempo regando a mano y no les queda tiempo para otras cosas. Hay que regar las viñas para cambiar un poco el ciclo vegetativo porque las uvas se estropean con las lluvias, y la segunda cosecha no se desarrolla bien con el viento del harmatán.

Este año, en la asamblea diocesana de Cáritas, han pedido a todas las parroquias que desarrollen alguna actividad productiva, y el equipo de Cáritas de Goumori me ha pedido que empecemos a criar cabritos para venderlos el día de mercado, como hace la gente de las granjas de los alrededores que vienen con sus animalitos.

Vamos pues, a tener cabritos en Goumori, aunque encerrados para que no se coman las plantas.

Este mes Bertin, el párroco de Banikoara, tuvo una caída de moto con fractura del brazo, lo llevaron a Parakou, y ahora está en Cotonou porque en Parakou no pudieron hacer bien la unión del hueso a nivel del codo.

Gracias por todo el trabajo que hacéis en España para sostener el trabajo de la SMA en África. Un saludo a todos y un abrazo.

Guillermo Moret, sma.